viernes, 7 de septiembre de 2007

Coinciden en que eso espera de ellos la universidad
Ayudar a afectados por Dean nos hizo más humanos y mejores universitarios: alumnos

*La experiencia dejó una enseñanza académica y humanística a los estudiantes: Emilio Zilli, vicerrector de la región Córdoba-Orizaba
*Reconoce la sociedad trabajo, entusiasmo y puntualidad de los alumnos
*Elaborarán un manual de procedimientos para actuar con más organización y prontitud en otros casos de desastre

Dunia Salas Rivera

Más de 300 estudiantes de la región Córdoba-Orizaba de la Universidad Veracruzana (UV) realizaron intensas jornadas de trabajo en apoyo a las familias afectadas por el paso del huracán Dean en las comunidades cercanas al Pico de Orizaba.

“Esto nos ha hecho mejores personas, porque aprendemos a ver las necesidades de los demás y a dejar a un lado el egoísmo de satisfacer sólo las propias a cambio de hacerle un bien de la gente; y también nos ha hecho mejores universitarios porque hemos aprendido a trabajar en equipo, sin rivalidades, a coordinarnos en grupo, a respetarnos”, expresó Carmen Cueto Onofre, estudiante de la Facultad de Odontología.

Encabezados por el vicerrector de la región universitaria Córdoba-Orizaba, Emilio Zilli Debernardi, dirigieron la organización de este esfuerzo 80 Halcones voluntarios, quienes por un lado conformaron brigadas para hacer levantamiento de daños y, en el caso de los estudiantes del Área de Ciencias de la Salud, para apoyar en los requerimientos médicos que solicitaran los gobiernos municipal, estatal y federal.

Zilli Debernardi explicó que para integrar las aportaciones de la sociedad se establecieron varios mecanismos, uno de ellos fue la instalación de cuatro centros de acopio distribuidos en diferentes puntos estratégicos y donde un grupo de más de 80 Halcones difundieron el objetivo de los mismos, por medio de volantes, visitas a domicilio y de convocar a los medios de información para que la ciudad supiera adónde dirigirse.

“Algo que quisimos evitar fue que se mezclara la cuestión partidista o religiosa, quisimos hacerlo en orden, con transparencia y rendición de cuentas. El otro mecanismo fue que en las facultades cada uno de los alumnos pudiera aportar víveres, ropa, medicamentos, etcétera. Asimismo, se hicieron llamadas telefónicas a algunos empresarios para que también colaboraran”, expresó.

El funcionario destacó que aparte de que este esfuerzo colectivo dejó una enseñanza académica y humanística a los alumnos, permitirá documentar todo el proceso y elaborar un manual de procedimientos para que en caso de presentarse en otra ocasión el desastre puedan tener una respuesta inmediata, organizada, transparente, y que dé experiencias académicas a los alumnos.

Las despensas se entregaron de mano en mano a las familias de las comunidades de Jacal y Vaquerías, dos de las más devastadas por el huracán y que dejó a muchos sin techos, paredes e incluso sin casas: “Esto nos permite tener más control de la entrega; además, el alumno adquiere una experiencia al establecer un contacto directo que genere un espacio de solidaridad”, puntualizó Emilio Zilli.

Y es que el entusiasmo que imprimieron los universitarios generó una confianza en la UV, que no es fácil conseguir: “Los jóvenes adquirieron el reconocimiento de la sociedad de que las cosas las hacen con orden, entusiasmo y puntualidad. Han adquirido reconocimiento para la diversidad, tener éste es tener un reconocimiento social de la Universidad, y ésta es pública”.

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